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Recordando a Nuestras Valientes Familias 5 de diciembre 1815-2015



Recordando a nuestras valientes familias y Héroes

Hoy 5 de diciembre de 1815, hace 200 años, se cumplen ya los 105 días de estar totalmente sitiados en Cartagena. El Gobierno de la República de Cartagena, acaba de ver morir a 300 personas más.  Se les agota la comida.  Todo un pueblo, resistiendo unidos al desenlace fatal que les aguarda. Y deciden, evacuar la plaza durante la noche. Por el Muelle del Arsenal, van en silencio en fila los valientes cartageneros que siguen desplegando un coraje tal, al tomar la decisión de irse y no rendirse.

Pero esperen.  ¿Y esta foto qué?  Pues esta foto fue tomada en 1993 por un señor llamado Kevin Carter, quien estaba cubriendo alguna guerra en alguna parte del mundo, y la niña ya estaba en las últimas.  El buitre esperaba un poco más, para poder alimentarse.  Esta foto tiene una historia terrible.  Al igual que la nuestra.

¿Y qué tiene que ver la foto con nosotros? Pues que esta escena se daba a diario dentro de la ciudad amurallada.  De lo poco que contaron los que sobrevivieron al sitio, existen varias anécdotas.  Una, la madre, con su hijo muerto en brazos, sin poder enterrarlo, y un golero, que no la dejaba en paz tratando de quitárselo de los brazos.  Otra.  En la plaza de los Coches.  Un anciano y dos nietos y un esclavo todos famélicos en las últimas, él, tratando de espantar al golero que estaba comiéndose ya, enfrente de él, al anciano y al bebé fallecido.  La persona que relata el cuento, regresa a la escena un par de horas después, y encuentra al otro bebé y al esclavo muertos. 

Unos días antes, abren la puerta de Santa Catalina para que salieran "caminando" ¡Figúrense!, por la pequeña faja de tierra de ese entonces, que hoy llamamos El Cabrero, y dejan salir a las mujeres, niños, y ancianos, para que fueran a encontrar alimento donde los españoles que estaban fondeados en La Boquilla. 

Los esposos desde las murallas, veían cómo sus esposas, caían desfallecidas, y el niño quedaba a la deriva.  O la otra señora, que prefirió dejar al niño en la arena, quien lloraba a gritos, pues no tenía fuerzas para seguirlo cargando.  Unos pasos más allá, cae y fallece la madre. ¿Los goleros? pacientemente esperando.  ¡Y los esposos, hijos y padres? ¡Sin poder hacer nada! ¿Se imaginan el trauma tan terrible que sufrimos los cartageneros?

Quiero volver a recordarles la valentía y el coraje que demostraron los niños, mujeres y ancianos, además de nuestros milicianos y soldados patriotas.  ¡Y sí!  Digo niños, porque también empuñaban fusiles peleando al lado de sus padres.  Nosotros luchamos solos por un ideal.  Fuimos la única ciudad en todo el Imperio de las Indias, jamás sitiada por los españoles, durante la Reconquista.  Con nosotros hicieron lo que se llama “escarnio público”. ¿Qué significa? La máxima humillación que se le puede hacer a un conjunto de personas, a una ciudad, a una nación, etc. Para mostrarles al resto del mundo lo que iban a hacer si se rebelaban contra el Rey de España.

Hoy 5 de diciembre, el gobierno de Cartagena de Indias, viendo que las naves con víveres, no llegaban, decide evacuar la plaza con la mayoría de hombres fuertes que pudieran seguir luchando al lado de Bolívar.  Existe una lista recopilada por varios de nuestros historiadores, en la que aparecen cierta cantidad de nombres de las personas que lograron subirse a esos pequeños barcos, con rumbo desconocido.  Noten que la mayoría son militares. A muchos de ellos los atraparon, los hicieron prisioneros y los regresaron a Cartagena.  Recuerden.  Todo el Caribe era del imperio español.  Las únicas dos Islas donde se podría ir  eran Jamaica y Haití.

El 20 de octubre, fue la última vez que escribí sobre esta desgarradora historia cartagenera.  Es tan doloroso para mí, lo que nos sucedió, de una magnitud tal para nuestros antepasados, que decidieron callar.  Nunca nos contaron los horrores vividos.  La mayoría de la información, la hemos recibido escrita por los sitiadores. Yo quiero gritar al viento lo que nos sucedió, para no olvidar.

De 18 mil habitantes que tenía Cartagena, solamente sobrevivimos 6 mil.  Todos los cartageneros y descendientes de Cartageneros tenemos miembros de nuestra familia que fallecieron durante el Sitio más terrible que sufrió Cartagena.  Una de las ciudades más antiguas de todo el imperio español, (ya casi cumplimos 500 años de existencia), y que siendo la más fortificada de todas, LA INEXPUGNABLE, finalmente fueron sus mismos diseñadores los que la pisotearon.

¿Cómo pudimos los sobrevivientes volver a salir a comprar el mercado, a limpiar nuestras casas, donde fallecieron nuestros familiares?  ¿Cómo dormir en la misma cama donde fallecieron nuestros hijos enfermos, nuestros padres?  Y no sólo eso, ¿sino que los cadáveres se pudrieron ahí mismo ya que no había dónde enterrarlos? ¿Cómo volver a trabajar de nuevo con lo que por varios años llamamos nuestros enemigos?

Esa ya es otra historia.  Que la contaré más adelante.

Les envío parte de la lista de los emigrados, que aparece en el libro del historiador Francisco Bustamante, llamado Cartagena de Indias.  Parece ser que es la única lista de la cual tengo noticias hasta ahora.



































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