Maria Victoria Garcia Azuero
Marzo 26, 2014
En este artículo me quiero trasladar a la Plaza de Bolívar, antes
llamada Plaza Mayor de Cartagena, la cual queda a dos cuadras de la Plaza de la
Aduana, donde se desarrollaba todo el trajín diario de la ciudad. Viniendo de
la Plaza de la Aduana por la calle la Amargura y doblando a mano derecha
cogiendo la calle del Nuestra Señora del Andrinal o Landrinal, como la llamamos
ahora, llegamos a la Plaza. Según Donaldo Bossa Herazo el nombre viene de
andrina, ciruela silvestre y andrinal es el huerto donde se cultivan estas
frutas.
Ya parados en la Plaza la primera casa a mano izquierda es el Banco de
la República remodelado al estilo republicano en 1923. Desde ahí mismo, siguiendo
hacia la izquierda comienza el Portal de
los Escribanos, que data desde 1630;
varias casitas coloniales todavía
subsisten, entre ellas la del Concurso Nacional de Belleza y el edificio que
fue el Hotel Plaza de Bolívar.
En la esquina siguiente está el grandioso palacio de la Inquisición, con
su bella fachada barroca, única en la ciudad, debido a lo difícil que era
tallar las piedras corales porosas, y darles los contornos con que fue diseñada
la fachada.
El Palacio consiste en dos casas altas unidas, y al final está el famoso
huerto donde se encuentra lo que parece ser un pozo de agua o jagüey. El aljibe
está dentro del palacio.
Después de la Independencia, en 1824 la casa fue entregada al general
Juan Manuel Arrubla, en pagos por sus servicios como militar. Pasó por manos de
varios dueños, hasta que en 1836, doña Candelaria Trucco Bossio de González
Brieva, compró la casa. Esta casa la heredó doña María de la Trinidad Aycardi
Fraumeni su nuera, quien a su vez la dio en herencia a don Bartolomé Martínez Bossio,
su cuñado en el año de 1883. En esta gran mansión, creció la estirpe de los
Martínez Aycardi,
Le sigue la hermosa casa colonial construida por don Juan Bautista
Trucco Lanfranco en 1835 que limita Inquisición con Calle de Santos de Piedra. Casa
de habitación de los Trucco por varias generaciones. El mismo Juan Bautista Mainero y Trucco su
sobrino, recién llegado, vivió con su tío.
Ya en la esquina de la Plaza de la Gobernación con Plaza de Bolívar, hoy,
vemos parte del edificio republicano de la Gobernación, pero que hasta mediados
del siglo XX existía una casa colonial, supuestamente casa de don Pedro de
Heredia. Esta casa fue absorbida por la Gobernación y remodelada durante la
alcaldía de don Daniel Lemaitre Tono en 1948.
Al lado donde está localizado el Museo de Oro, fue la casa de habitación
de la familia Gómez Villarreal. La señora Belén Villarreal de Gómez Pombo,
abuela de Emilia Belén Gómez Galofre de Trujillo, la vivió muchísimos años, y
está en la memoria de mi mamá Yolanda Azuero de García, verla sentada por las
tardes en su balcón echándose fresco con un bellísimo abanico español. Siendo
mi mamá contemporánea y amiga de sus hijas Gilda y Tera Gómez.
La casa de la esquina siguiente, esquina Vélez Daníes con Landrinal, es donde
está la Galería Cano y otros almacenes, de esta casa no tengo información.
Esta Plaza Mayor de Cartagena era un peladero, y ahí se hacían las
corridas de toros o corralejas, se festejaban todos los eventos y además, las
fiestas de noviembre de la apacible ciudad de 1800; hasta que vino el empuje de
los grandes empresarios de finales de ese siglo, quienes llevaron a cabo la realización del Parque de
Bolívar.
Éste se inauguró en 1892, sin la estatua de Simón Bolívar, pero ya
puestas sus cuatro fuentes, el primer alumbrado público de la ciudad de
Cartagena, una verja de hierro, las palmeras, piso de mármol, escaños de madera
y metal, etc. Diseñado por nuestro gran hombre Luis Felipe Jaspe Franco. La estatua
llegó de Alemania en 1896 escultura de don Eloy Palacio, venezolano.
Mañana: La Leyenda del Bravío Toro
Negro de Crespo. Continuará
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