Las casas coloniales de los mártires - Casa de Antonio José de Ayos Por María Victoria García Azuero

Por María Victoria García Azuero
Abril 7, 2014
Cuentecito – ¡Las casas de los Mártires a través de la historia!
En lo que es hoy el hotel Casa del Arzobispado fue residencia del mártir Antonio José de Ayos y Necolalde, en 1815 en ese entonces identificada con el número 139. De ahí salió apresado caminando para la cárcel localizada en el Palacio de la Gobernación que le quedaba a dos cuadras. La gobernación como recuerdan, estaba dividida en dos, hacia la calle Cochera del Gobernador era la residencia de Gobernadores y Virreyes, y el ala oeste, Plaza de Bolívar, era la cárcel municipal. Desde esta cárcel fue de donde salieron por última vez los mártires. De la cárcel pasaron por el último cuarto que era la capilla antes de salir a la calle. Allí entraron, rezaron, y luego caminaron hacia la izquierda, para la Calle del Landrinal, Calle de Amargura, Plaza de la Aduana, Boca del Puente y finalmente el cadalso. Morillo obligó a todo el pueblo a que saliera a las calles a ver por última vez a los mártires, como escarmiento.
Con el tiempo, esa casa la remató y la habitó el señor Felipe Santiago Paz Astudillo con su esposa Juana Bonoli, y sus hijos Nicolás, Felipe Santiago y Macario Paz Bonoli, el mismo dueño de la Hacienda de Santa Cruz de Crespo la de la leyenda del Toro Negro, se acuerdan? En 1875, en los bajos, donde tenía su almacén de abarrotes, la noche del 13 en plenas fiestas de Noviembre, estalló un pavoroso incendio en la parte baja de su casa, el cual consumió todos los artículos que tenía para la venta. Tanto fue así, que al despertarse la familia con los gritos de los vecinos, tuvieron que saltar por el balcón para salvar a todos los habitantes de la casa. Más adelante fue adquirida por don Juan Bautista Mainero, y para mediados siglo XX, el dueño de esta casa fue el señor Pedro Trucco Pérez, su sobrino. Posiblemente heredada. Más recientemente en los bajos funcionaba Fotocopias Chaljub y la Barbería Rex. Y como dije al principio, hoy es un hotel.
Continuará